El fraile Felipe de Jesús también conocido como San Felipe de Jesús, es un santo mexicano que sufrió el martirio de profesar la fe cristiana. Nació en México pero murió bien lejos de su patria, para ser exacto, en Nagasaki Japón.
México, país que de igual forma menciono hasta sus últimos suspiros y que de una forma simbólica se convirtió en un mártir por sus acciones. Esto dado que dió su vida al igual que los otros misioneros que fueron llevados a la muerte por ser portadores de buenas noticias.
En realidad es mucha la información que tenemos para ti sobre el tema y te invitamos a seguir leyendo en el siguiente artículo. ¡Bienvenido!
TABLA DE CONTENIDO
¿Quién fue San Felipe de Jesús?
San Felipe de Jesús, conocido también como Felipe de las Casas y Martín por su nombre de origen, fue un fraile franciscano de origen novohispano. Como fraile franciscano fue martirizado en Japón hasta su muerte en Nagasaki en el año 1597 y es considerado protomártir en México su ciudad natal.
Nació en Nueva España, ciudad de México en 1572, sus padres aunque eran de origen extranjero, fueron acogidos por este hermoso país. De padres con la familia de renombre, acaudalados y con poder adquisitivo considerable, San Felipe de Jesús era considerado un ciudadano pudiente.
Su formación académica y momentos de recreación, así como de esparcimiento fueron en los mejores lugares del mundo. Por lo que tanto su niñez como adolescencia sirvieron de punto de partida para su formación para el sacerdocio y al servicio de dios.
No con esto queremos decir que no tuvo sus altibajos para afrontar el verdadero destino que le tenía deparado dios antes de ese largo camino.
Hoy día es considerado un santo, beatificado el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de junio de 1862. Por lo que es considerado uno de los santos insignes de México y pioneros de las misiones cristianas en muchos continentes del mundo.
De hecho su historia se basa en un final trágico en el que fue objeto de constantes torturas en Japón por sus creencias religiosas. Esto pesar de que la misión tenía un éxito considerable en un principio y le fue permitida realizar las misiones religiosas en dicho país.
San Felipe de Jesús, protector contra incendios y temblores, tiene un lugar para una misa todos los 5 de febrero del año. Allí se replantea su juramento y renovación de la fe cristiana, la misma que siempre tuvo lugar desde su nacimiento hasta su muerte.
¿Cómo fue la vida de San Felipe de Jesús?
La vida de san Felipe de Jesús siempre estuvo marcada por los altibajos de la vida y las pruebas que dios siempre coloca en nuestro camino. Esto para reconsiderar nuestras acciones y entrar en un momento de reflexión que nos ayude a tomar la decisión correcta.
Es por ello que a continuación te vamos a mencionar como fue la vida de San Felipe de Jesús por etapas:
Sus padres
Los padres de San Felipe de Jesús se llamaban Alonso de las Casas de origen Judeoconverso y Antonia Martín natural de Sevilla, ambos de España. Decidieron emigrar a México en el mes de agosto de 1571 y se radican en lo que se llamaba Nueva España bajo el reinado de España.
Es cuando están radicados en México que se dio a conocer la noticia que estaban esperando un lindo bebe que al nacer paso a llamarse Felipe de las Casas y Martín.
Su niñez
San Felipe de Jesús nació en el año 1572, se estima que dicho nacimiento se suscitó entre los meses de abril a junio. Esto por no tener documentos que valen la fecha exacta pero si mediante los relatos de familiares cercanos y la fecha estimada de concepción.
Considerado un niño inquieto y travieso, Felipe de Jesús merecía extremo cuidado por parte de una niñera partículas durante el mayor tiempo del día.
Formación inicial
Inicialmente fue ingresado al noviciado franciscano para su formación religiosa, sin embargo esta fue abandonada por el por pensar que no era su camino. Por lo que su padre decide aportarle los recursos económicos y enviarlo a Filipinas para que se dedicara al comercio como medios de ingresos.
En Manila Filipinas, Felipe de Jesús entro en la vida mundana que lo deslumbro al llegar allí, y solo cuando quedo sin dinero y amigos fue que entro en razón. Allí reconsidero su vocación, viendo el sentido de la vida y cuál era el camino correcto a seguir que estaba en ser misionero de dios.
Retorno al Franciscano
Estando radicado en manila, toma la decisión de volver al franciscano de manila y continuar con su formación al sacerdocio en la ciudad de México. Por lo que inicia nuevamente sus estudios y su formación en la religión para ser denominado un sacerdote de la religión cristiana o católica.
Martirio
Estando Felipe de Jesús en el Franciscano de Manila, se ofreció en conjunto con otros frailes para ser un misionero en otros países. Suscitándose una tormenta que desvío el destino del barco y desembarcando en Japón.
Aunque en un principio tuvieron una acogida satisfactoria, los problemas no tardaron en llegar por la misma situación política del país. Ya que se originó una persecución por parte del conocido emperador de la época Toyotomi Hideyoshi “Taikōsama” contra los cristianos y principalmente los sacerdotes.
A pesar de que Felipe de Jesús no era un sacerdote oficial y pudo optar por huir a esta feroz represalia, opto por seguir el camino de sus compañeros misioneros. Lo que lo caracterizo como un mártir a la causa y apoyo a sus compañeros misioneros quienes seguían los designios de dios.
Muerte
Todos los misioneros, en un total de 26, fueron martirizados de una manera atroz que incluía la burla de los ciudadanos y el corte de una oreja. Esto además de su pena de muerte en la cruz donde de igual forma fueron vejados por muchos ciudadanos japoneses.
Por lo que el 5 de febrero de 1597 se suscita la muerte de muchos misioneros en la cruz, entre ellos San Felipe de Jesús quien en sus últimos momentos dijo la siguiente frase:
«Jesús, Jesús, Jesús»
Al igual que a Jesús, el fué atravesado por lanzas y una de ellas lo fulmino por haber atravesado su corazón.
Oración a San Felipe de Jesús
“Bienaventurado mártir, San Felipe de Jesús, Patrono Celestial de México y de las Américas, y Gloria Cristiana del lejano Oriente. Alentado por mi fe sincera, acudo a ti lleno(a) de confianza. Tengo muchas necesidades.
“Santo Mártir de los Milagros‟, acompáñame ante la presencia de Cristo, nuestro Mediador supremo, por quien diste generosamente tu vida en la cruz.
Dile que me ayude a resolver mis problemas y que socorra pronto mis necesidades, especialmente… (Aquí mencione su necesidad especial)…
Pide también a Cristo y a María, su Madre, que aumenten mi Fe, aviven mi esperanza, e intensifiquen en mi corazón el amor a Dios Trino, y a todos mis hermanos y hermanas, sin distinción.
Alcánzame más fervor en la oración y una entrega más entusiasta a la propagación del Reino del Padre, en el mundo.
Que, siguiendo tu ejemplo heroico, esté yo siempre dispuesto a vencer todas las dificultades y tentaciones, que cumpla con fidelidad los deberes de mi estado de vida, que, con generosidad, sepa abrazar y llevar mi cruz de cada día, subiendo decidido a mi calvario, hasta exhalar mi último suspiro.
Finalmente, Mártir dichoso, ayúdame a conseguir que después de haber vivido y muerto por Cristo, como tú, merezca obtener también el laurel de la victoria, y el premio de la felicidad eterna, reservados a los fieles hijos e hijas de Dios.
Amén.”
Canonización de San Felipe y los mártires
La canonización de San Felipe de Jesús y los mártires que fueron crucificados durante las misiones en Japón fue el 8 de junio de 1862. Siendo el único santo mexicano de aquella expedición que hoy día tiene una celebración nacional que incluye misa y fiesta charro-taurinas el 5 de febrero.
Última carta de San Felipe de Jesús
La última carta de San Felipe de Jesús antes de su martirio, es la clara expresión de la fe cristiana y a lo que conlleva. Además de manifestar su reflexión del pasado en el que no manifestó al 100% su fe cristiana y de hacer las cosas que considero mejores.
En esta última carta el Fraile plasma su amor hacia su país, México, que lo vio nacer y formarse como la persona que era en ese momento. Toda una manifestación de sentimientos que conjugados con el amor a dios, mantuvo y plasmo hasta el final de sus días.
Firmada por el Fraile Felipe de Jesús en Nagasaki, Japón 4 de febrero de 1597 con las frases finales de; “Paz y Bien.”
Así concluimos el presente artículo y en donde esperamos haber respondido a todas esas inquietudes sobre este interesante tema.
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¡Gracias por leernos!