Cuáles son los requisitos para ser pastor evangélico: Compromiso de un pastor con la proclamación del evangelio

Te inquieta conocer Cuáles son los requisitos para ser un pastor evangélico. Abordemos este tema en este artículo explicando cuáles son los requisitos para ser pastor evangélico, cómo se obtienen, que ocurre con la vida de un pastor y en el fondo quién debe ser.

Quizás sea hasta imposible encontrar al pastor ideal, recordemos que tal como se autodenominó Jesús Él es el buen pastor, por lo que convertirse en el pastor perfecto en el plano terrenal es “misión imposible”.

De entrada debes saber que un pastor es un líder, no habla mucho sino que oye; es un sabio espiritual que lleva una vida recta y moral y el cual es llamado por el Señor para orientar y cuidar a su grey con esmero, responsabilidad, y presteza.

Entremos de lleno en materia.

TABLA DE CONTENIDO

Cuáles son los requisitos para ser pastor evangélico

Se pueden mencionar innumerables requisitos necesarios a cumplir para convertirse en un pastor. El líder de una congregación es como un maestro de escuela: en él conviven varias potencialidades que se mostrarán de un modo u otro.

REQUISITOS PARA SER PASTOR EVANGÉLICO

El primero de todos es que debe ser el llamado del Espíritu Santo, quien lo escogió para tan digna misión. A partir de allí, vienen los demás aspectos.

Adicional a ello en algunos países (solo algunos) exigen que la persona que se dedique a este oficio realice una carrera universitaria en teología y/o ministerio.

Vamos a ver algunos de los requisitos para llegar a ser un pastor evangélico:

Debe estar impregnado de Santidad

Su vida debe ser, como diremos más adelante, un dechado de pulcritud y conducta intachable, de modo que sirve de modelo para sus seguidores. Es una persona dotada de madurez en su decir y obrar, aparte de que tiene que haber vivido suficientemente como para conocer bien el alma de los hombres.

Sus disertaciones serán hueras respecto de un asunto, si él mismo no se ha visto en situaciones similares. Es decir, más que hablar con las experiencias de otros, debe hacerlo también con las suyas.

Sus discursos sagrados deben ser inequívocos

Se espera que conozca bien las Escrituras del Antiguo y el Nuevo Testamento, no de modo superficial sino de modo firme.

Ello requiere que posea todo el material de apoyo que le resulte necesario: la Biblia en una versión fácil de leer, diccionarios, enciclopedias, videos, discos, entre otros, que actualmente resultan de valor inapreciable.

Con frecuencia asisten a cursos en los cuales se les instruye en las técnicas de hablar en público, de discusión, de citación, entre otros. Algunos incluso, pueden que hayan llegado a estudiar algo de teología y filosofía en lugares destinados para ello.

Se muestra interesado en enseñar a sus fieles

Aparte de la tarea cuidadora de sus seguidores, el pastor debe interesarse en la formación de estos, mediante el uso de distintas estrategias: síntesis explicativas, mapas de los territorios nombrados en la Biblia, diccionarios, u otros materiales que se pueden prestar entre los mismos fieles de la congregación.

Su didáctica debe ser variada: explicaciones, diagramas, observación de películas, videos, debates, preguntas orales, que eviten el aburrimiento de sus clases.

El pastor es un sujeto de oración y sabiduría

El primero que debe inculcar a sus fieles el hábito de orar es el propio pastor, quien antes de empezar su prédica debe encomendarse al Espíritu Santo para que le dé las frases o expresiones precisas y atinadas durante la sesión. Unas veces la oración puede ser individual y otras grupal.

Va preparando a quienes lo tendrán que relevar

El pastor también tiene que ir formando a los que considera que podrán relevarlo una vez que abandone su apostolado. No tiene mucho sentido que solamente sean sus familiares aun cuando no descartemos por completo la posibilidad de que se dé ese caso. Más bien, diversas personas pueden tener ese don de enseñar, con su propio estilo claro está.

Cómo obtener los requisitos para ser pastor evangélico

Los requisitos para llegar a ser un pastor evangélico deriva del llamado que le haya formulado el Señor Cristo y el Espíritu Santo. Es resultado de una vocación hacia los asuntos espirituales, y por lo común empiezan a temprana edad, aunque luego se despliegan en la adultez.

pastor

Un suceso imprevisto, un accidente, una situación de muerte, u otra de carácter impactante pueden ser el detonante o la raíz de dicha inclinación.

Un sujeto que no podía caminar, pidió al Señor que le devolviera la capacidad de sus piernas, a cambio de entregarle su vida como predicador. Otro iba a ser ejecutado por un cartel, pidió la ayuda de Jesús y un suceso imprevisto lo salvó. Desde entonces abandonó ese mundo delictivo para entregarse al Evangelio. En fin, todos llevamos, tal vez, esa semilla, que se despliega en unos más que en otros.

Entonces estos no son requisitos meramente dichos, como el caso de documentos y papeles, se trata mas bien de exigencias y condiciones, tener conocimientos bíblicos y de la vida terrenal, capacidad de escuchar y de liderazgo, así como cumplir con las exigencias morales en su vida para poder ser el conductor de la Iglesia.

En este sentido es necesario recordar que en algunos lugares del mundo es requisito indispensable obtener un título universitario en teología y/o ministerio, dicho esto, recalquemos que no es condición indispensable siempre, solo en algunos sitios e Iglesias se le exige al pastor poseer estas carreras.

Cuál debe ser el carácter moral y espiritual de un pastor

Un pastor debe ser una persona con una espiritualidad impregnada del Espíritu de Dios en todo momento.

Su moral debe ser elevada: de ningún modo debe prestarse a conductas en las que intente sugestionar a sus seguidores mediante trucos, engaños, o supuestos milagros truculentos con ayuda de personas que se presten a ello. Tal conducta es muy frecuente en la actualidad, en la cual lideres pastorales recaban grandes sumas de dinero en entradas en teatros, polideportivos o gimnasios en los que presuntamente van a devolverle el andar a personas paralíticas, el habla a sujetos que son mudos, o sanar a personas que supuestamente tenían enfermedades terminales.

El mismo Jesús nos alertó acerca de estos falsos profetas, desgraciadamente la credulidad de la gente humilde los lleva a creer tales engaños.

Un pastor dotado del Espíritu Santo y de dones para curar no necesita realizar tales ostentaciones en público mediante el pago de entradas que le dejen fuertes sumas de dinero. Ve y no se lo cuentes a nadie, acostumbraba a decirle el Señor a quienes curaba.

Importancia de la pureza sexual en el liderazgo

No tendría sentido que un pastor llevase una vida licenciosa, en la cual convive con varias mujeres, o se vea envuelto en escándalos de pederastia y acoso a menores de edad que asisten a su congregación, como se ha visto en todos los tiempos.

Las damas o señoritas de su congregación también deben ser respetuosas de su pastor respecto a su forma de vestir, de adornarse, sentarse, entre otros, para evitar ambigüedades o desafortunadas interpretaciones.

No son pocas las jovencitas o incluso mujeres casadas pero dejadas de sus maridos que acuden a las congregaciones en busca de nuevas aventuras amorosas, que terminan en enredos o líos que dejan mal parada a la Palabra de Dios.

Compromiso de un pastor con la proclamación del evangelio

El pastor está comprometido con Dios, Jesús y el Espíritu Santo, en la proclamación del evangelio a todos sus fieles utilizando un lenguaje accesible, sin equívocos ni ambigüedades, y congruente con la doctrina de la Iglesia evangélica.

Para ello debe estar informado sobre los libros que conforman la Biblia, el significado que les atribuye su Iglesia universal, y el talento personal que haya adquirido para dirigirse a sus oyentes. Nada de ello es fácil.

La Biblia es un texto sumamente complejo que recoge la cultura de pueblos que vivieron hace siglos y cuyos contextos son completamente distintos a los nuestros. Puede que en ocasiones se utilice una ilustración, una parábola, un fragmento, un suceso, pero ello no significa que resulte fácil trasponerlo a la actualidad.

La palabra de un pastor debe ser prudente, ecuánime, inteligente, y precisa para poder llegar a todos sus fieles en la transmisión de la Palabra Divina.

Un pastor debe ser enseñable y humilde

Un pastor no lo sabe todo, nadie lo sabe todo, y por eso sigue aprendiendo de cada reunión, de cada catequesis, discusión, debate, objeción, diálogo, para alimentar mucho más su experiencia personal.

Ciertamente debería poseer algo de la cultura general para tener claro cuáles son los contextos en los que se mueven el conocimiento de teológica y ciencia. No teme a los adelantos científicos o tecnológicos ni se cierra de banda a banda a lo que sabemos en la actualidad.

Nuestro mundo es otro, es éste de mentalidad científica queramos o no, lo cual no significa que no haya espacio para la espiritualidad.

Un pastor es, como todo maestro o profesor, un psicólogo nato capaz de llegar a comprender, leer las expresiones, los gestos de sus fieles y entender sus puntos de vista.

Por lo tanto, a pesar de no saberlo todo, debe tener los conocimientos elementales para poder conducir a su rebaño de manera sabia, de la misma manera que no tiene que cerrarse a lo que son las enseñanzas de quienes de una manera u otra pueden aportar a su aprendizaje personal.

Cómo debe ser el estilo de vida de un pastor

El Pastor en un líder de una congregación y por ello debe ser un modelo a seguir, cuya vida responde a lo que predica para los demás.

Dicho esto, se entiende que el pastor ha de tener un estilo de vida como cristiano evangélico con todas las derivaciones morales que ello implica:

  • Responsabilidad familiar, dedicación a su magisterio, buen padre, hijo y hermano que tiene la autoridad espiritual para dirigir, cuidar y orientar a sus devotos.
  • Es humilde, de conducta ejemplar, sabio a la hora de tomar decisiones, posee agilidad verbal, capacidad para hablar bien en público, y está dotado de recursos didácticos que le permitan llegar efectivamente a las mentes que trata de orientar.
  • No es una persona que se envanezca o espere que se le rinda algún tipo de pleitesía, que no sea otra que el honor que se merece.
  • Su vida no es ostentosa sino frugal, y nunca ligada a todo tipo de escándalos.
  • No vive alejado del mundo sino entre la gente, en su comunidad, escuchando sus inquietudes e intentando responder a ellas.

Qué es un pastor y origen de la palabra

Estamos ante un concepto un tanto polisémico: tal como aparece en libros, diccionarios y enciclopedias, puede referirse tanto a una persona que apacienta el ganado, como a un perro que es condicionado para servir de auxiliar del pastor o sujeto que guía su rebaño.

Pero en el ámbito teológico o religioso se adoptó el primer significado, para atribuirlo a los líderes o guías de una doctrina una doctrina, cuyo papel fue equiparado por analogía con el de alguien que arrea el ganado. El término en tal sentido no es muy afortunado y para algunos resulta un tanto despectivo porque da a entender que el rebaño no tiene capacidad propia para avanzar ni desenvolverse; es que el término viene de pueblos agrestes o campesinos dedicados al pastoreo.

No es raro, entonces, que ya desde los principios del judaísmo se utilice la palabra pastor más de 100 veces en Génesis 29:7, y aparezca también en el libro del profeta Jeremías 3:15, así como en Juan 10:11; en el cual el propio Mesías se considera como el “buen pastor”.

JESUS EL BUEN PASTOR

En Mateo también suele referirse a las ovejas perdidas (en tal caso, la gente de Israel). También puede encontrarse la palabra en Hechos 20:28, y en algunas cartas atribuidas a Pablo como  Efesios 4:11, Corintios 9:7, y en  la 1 Pedro 5:1-2, entre otros fragmentos.

Esperamos haber satisfecho todas tus interrogantes con relación al tema de los requisitos para ser pastor evangélico, por ahora nos despedimos y te invitamos a seguir en nuestra página web para más temas de tú interés.


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