Millones de personas en el mundo padecen de ansiedad, estrés, crisis nerviosas, trastornos de pánico, de temor y demás, para que estas personas se pacifiquen, descansen y logren conciliar el sueño puedes realizar una Oración para hacer dormir a una persona que tiene una crisis nerviosa.
Nadie está preparado espiritualmente para asimilar la muerte de familiares queridos, quedar sin empleo, padecer de infidelidad o afrontar los problemas diarios que impiden conciliar el sueño, pero el propio Cristo nos dice “que vengan a mí todos los que están cargados, porque yo los haré descansar”, no estamos solos entonces, calidad de compañía tenemos.
Pensando siempre en usted y en lo serio que es el asunto que trataremos, nos basamos en las enseñanzas del gran maestro Jesús, y complementaremos el tema de las crisis nerviosas con lo que pueden decirnos autores como Aragón, Cungi, Punset, el famoso predicador Peale y hasta el propio Freud.
TABLA DE CONTENIDO
Oración para hacer dormir a una persona que tiene una crisis nerviosa
En caso de ser tú mismo quien se encuentra en un momento de pesadumbre, realiza esta oración:
Señor Padre Dios, quédate conmigo ahora cuando cae la noche y se extiende la oscuridad. Ahora cuando entra en mi corazón ese estado de pesadumbre y desesperanza por los sucesos imprevistos de mi vida, quédate a mi lado Señor.
Ven hacia mí como el Padre y hermano que me tiende la mano para darme luz en mis sueños y permite que al despertar mi alma y mi cuerpo concilien paz.
Quédate conmigo Señor. Gracias Señor. Aleluya. Quédate a mi lado. Amén.
Si se trata de un tercero quien está pasando por momentos de crisis nerviosas, ayúdalo realizando esta oración:
Dios Padre Creador, en este momento de angustia y desesperación que padece (la persona) te pido con fervor que pacifiques su alma, le permitas conciliar el sueño y descansar; asimismo ruego para que le des la luz que necesita para mejorar su vida.
Padre amado, concede el descanso que el cuerpo y la mente de (la persona) necesitan para que logre una vida plena, sin más angustias que las que pueda afrontar y permítele estar en paz.
Protégela, cuídala e indícale el camino para salir de la adversidad que atraviesa en este momento.
Toda la Gloria sea para Ti Señor. Amén.
Recomendaciones al momento de hacer una oración
Por supuesto, al realizar cualquier plegaria se pide en primer término la mediación del Espíritu Santo, energía que nos animará a encontrar las palabras apropiadas, sencillas, no rebuscadas, sino directas para aliviar la pesadumbre del necesitado.
Puede que sea usted quien necesita la atención de Dios, y en ese caso, será quien haga la invocación, y si pide el favor del Espíritu Santo para otra persona, entonces se convierte en el instrumento a través del cual se opere la acción divina para proveer el sueño reparador de ese otro cristiano que lo necesita. En tal caso, su plegaria debe expresarle a Dios lo que esa otra persona está viviendo y sufriendo, a fin de que actúe la benevolencia y misericordia celestial.
Luego de ello, podemos asomar los motivos que generan tal situación y pedir la ayuda o gracia de Dios para con nuestro amigo, familiar, esposa, hijo, u otro según el caso.
Puede orar acompañado con su pareja, tomados de la mano, para que se trasmitan mutuamente las energías del amor.
Condiciones previas para dormir
El sueño en verdad no empieza en la noche sino ya desde el día, con las autosugestiones que usted se va formulando, si durante la vigilia piensa que no va a poder dormir en la noche, ya se estará acondicionando para no hacerlo.
Por otra parte, tiene que reunir un conjunto de condiciones físicas para dormir, es decir, crear el ambiente y el momento propicios para poder realizar la oración.
Según Aragón una técnica de visualización muy recomendable por la Psicología es imaginar, para este caso, que estas a orillas de un mar completamente calmado por la noche. A lo lejos se ve la claridad del sol que ya se va hundiendo en el horizonte y tu consejero espiritual, que es Cristo, viene por la orilla para ir a tu encuentro.
Trata de ver todo con suma claridad, oír la brisa suave, los detalles de su vestimenta (imagínalo como quieras). Ahora te abraza, y se sienta contigo a conversar: plantéale tus angustias, tu crisis, lo que sientes, y espera a ver lo que te dirá.
Seguidamente visualiza el momento en que se marcha o desaparece ante tu mirada después de despedirse de ti con su bendición. Se trata de un extraordinario ejercicio de espiritualidad y de búsqueda en tu inconsciente.
Verás cómo este ejercicio te lleva a dormir pronta y serenamente. Al día siguiente apreciarás las cosas de otro modo.
Carl Jung, alumno del padre del Psicoanálisis Sigmund Freud, decía algo así como “ni yo ni nadie puede responder a todas tus preguntas, pero dentro de ti vive un anciano con más de 200 años y ese sí que sabe”. Vosotros sois dioses, dice la misma Biblia. Dentro de ti es que puedes hallar el remedio, porque el Señor ya dijo que él estaría contigo para siempre.
En este sentido, se requiere cumplir con ciertos pasos para hacer la oración, para lo cual nos basamos también en recomendaciones psicológicas de eruditos en el tema:
Respecto al horario
Debe acostumbrarse a dormir y levantarse a determinadas horas para evitar desequilibrios en el reloj biológico. Esto suele ser difícil para quienes trabajan de noche como vigilantes, músicos nocturnos, camioneros, entre otros; pero debes tratar de habituar tú cuerpo a un horario.
El ambiente del dormitorio
El lugar de descanso debe ser un sitio acogedor, cuyas paredes no tengan colores estridentes o posea en las paredes afiches y demás objetos que lo recarguen y distraigan su atención.
Más bien la idea es que al ver el estímulo del cuarto, la cama, enseguida actúen los mecanismos neuroquímicos del cerebro y se induzca el sueño.
El estado de la cama
Los especialistas aconsejan utilizar la cama o aposento para dormir, en lugar de otros menesteres como conversar con amigos, leer libros interesantes, ver televisión, o realizar trabajos.
La cama debe ser cómoda, sin ondulaciones o pliegues que le provoquen dolores en la espalda, o lo obliguen a tener que levantarse a media noche para “acomodarse”.
Ropa apropiada
Póngase una ropa bastante suelta, cómoda, que le permita desplazarse fácilmente y acomodarse toda posición, acorde con el clima, y de tela que no molesten su piel.
Cuidado con las siestas
No es recomendable disfrutar de siestas muy prolongadas, para evitar que en la noche entonces ya no tenga ganas de dormir. A menos que necesite estar despierto en la noche porque así lo ameritas (empleo).
Trate de que la cena sea liviana
No es aconsejable ingerir alimentos grasosos, u otros que resulten pesados antes de acostarse dormir. Ingiere cantidades pequeñas, que puede ser alguna ensalada de vegetales, frutas, yogurt, jugos naturales o leche tibia.
No piense en gaseosas, bebidas energéticas o alcohol. Tampoco debe comer nada adicional a mitad de la noche.
Elimine los alimentos estimulantes
No consuma café, tampoco el chocolate ni los dulces o confituras en exceso. Menos aún es recomendable el cigarrillo, pues inhibe el sueño.
Es necesaria la tranquilidad
Al acostarse hay que evitar la rememoración de momentos de tensión, escenas de películas de terror, conflictos familiares, laborales, entre otros. Evite ver escenas inquietantes por lo menos una hora antes de acostarse.
Muchas personas llegan a dormir en la misma cama de sus difuntos por lo cual el recuerdo y los pensamientos le impiden dormir, aparte de que guardan en el mismo cuarto objetos queridos que les dejó el difunto.
Hay que dormir ocho horas
Es lo más recomendable para tener un descanso suficiente. Sin embargo, más que la cantidad de sueño, es su calidad.
Pasajes bíblicos para pasar una crisis nerviosa
En las Escrituras se pueden localizar diversos fragmentos o versículos que pueden usarse para inducir la calma, evitar pensamientos angustiantes, descansar en el regazo de Dios y confiar en que se encargará de nuestro auxilio. Además, contaremos con la oración para llegar a dormirnos con serenidad.
A continuación podemos ver algunos de esos pasajes a los que se puede recurrir para combatir las crisis nerviosas mediante la Palabra de Dios, no sin considerar lo que dijimos antes sobre la acomodación del entorno.
El famoso predicador Peale los llamaba acondicionadores del pensamiento, basado en la filosofía de Marco Aurelio, para el cual “La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hace de ella”. No espere usarlos sólo cuando llegue la noche o en momentos de angustia, de dolor, tristeza, entre otros; ¡no! léalos a diario, mientras va en el autobús, espera a una persona, viaja en avión, hasta que se internalicen después de meditarlos bien.
- Liberador de angustia: Salmo 13:5 y 62:8; Mateo 6:25, 34, Marcos 4:35-41.
- Momentos difíciles y de pesar: 1 Pedro 5:7.
- Preocuparse por los demás: 2 Corintios 11:28; Proverbios 17:17.
- El día de descanso: Éxodo 16, 25.
- Satisfechos con lo que tenemos: Proverbios 30:8.
- Confianza en Dios: Isaías 41:10; Hebreos 13:5.
- Fortaleza y no desfallecer: Josué 1:9.
- La paz de confiar en Dios: Juan 16:33.
- El dolor también pasará: Apocalipsis 21:4.
- No inquietarse: Salmos 23, 27, 42:5, 46, 90, 91, Isaías 40:25-31; Mateo 11:28-30.
Qué es una crisis nerviosa
Los especialistas indican que aun cuando el concepto de crisis nerviosa no es de carácter médico ni alude a una patología mental específica, es una forma de trastorno o hundimiento repentino y agudo del estado de ánimo en el cual un sujeto se interna y no llega a ser consciente de sus comportamientos ni reacciones. Llega a generar depresión o ansiedad debido a la situación de shock emocional o estrés que se vive.
Aunque no es considerada una enfermedad, sí puede ser indicio de otros problemas de salud mental subyacentes que ameriten atención, por lo que siendo el estrés su detonante, es útil averiguar cuáles son las causas o variables que lo originan.
Causas de una crisis nerviosa
Las crisis nerviosas pueden tener innumerables detonantes, que resultan más devastadores en unas personas más que en otras, según su temperamento, niveles de susceptibilidad emocional, sensibilidad, entre otros.
Según los expertos en la materia (mencionados en la introducción de este artículo), los artistas suelen muy sensibles a los acontecimientos adversos dada su misma irritabilidad y potencialidad nerviosas para percatarse de los sucesos y lo mismo ocurre en mujeres, más propensas a ciertas fobias.
Estas son algunas de las causas de una crisis nerviosa:
- Muerte del cónyuge.
- Pérdida de un hijo.
- Situación de desempleo.
- Amenazas de muerte.
- Estrés social.
- Traumas post-bélicos.
- Estados de insomnio crónico u otros desequilibrios del sueño.
- Enfermedad seria o crónica propia o de un allegado.
- Situaciones de divorcio o separación.
- Fobias a volar, cruzar el mar, entre otras.
- Experiencias traumáticas, violentas o cercanas a la muerte.
- Infidelidad matrimonial.
- Agresión por parte de algún pariente.
- La depresión.
- Los trastornos bipolares.
- Psicosis.
- Disociación.
- Estrés grave.
- Ansiedad.
- Nerviosismo crónico, entre otros.
Dado todo este cuadro de posibilidades que pueden generar crisis nerviosas es recomendable que se eduque a niños y jóvenes en los aspectos emocionales.
Veamos qué hábitos deberían implementar las personas propensas al nerviosismo ya desde su temprana adolescencia:
- Procure llevar una vida ordenada y una alimentación balanceada.
- Aléjese de los lugares y personas lúgubres, de pensamientos perniciosos, y con las cuales no conviene establecer trato debido a sus temperamentos impetuosos, a menos que lo haga para estudiar tales caracteres o inspirarse en ellos para usarlos como ejemplos de lo que no se debe hacer.
- No permita que atraviese los portales del inconsciente toda escena, imagen televisiva, relatos o referencias capaces de dejar huellas perturbadoras en esas zonas del inconsciente y que luego pueden volver en forma de fobias, temores infundados u otros.
- Evada las discusiones, sitios de juego y azar, apuestas, griterías, gimnasios de lucha, y otros donde se exalten las pasiones descontroladamente.
- Evite las noticias exasperantes a las que son muy dados los medios sensacionalistas y las imágenes grotescas de personas asesinadas y descuartizadas, quemadas, niños mutilados, entre otros.
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