Aprenda cómo hacer la oración de serenidad y tranquilidad, aquí

La serenidad es una estación que pretende ir más allá de un simple equilibrio apócrifo y superficial. Es un estado de total y absoluta calma. No se puede decir que estamos serenos cuando internamente estamos desesperados por ver los cambios reales que nos figuramos.

Cuando sentimos angustia e intranquilidad es que hemos perdido el control de nuestra situación emocional. Para retomar el equilibrio sensitivo y volver a un estado de armonía y de relativa estabilidad, posiblemente sea necesaria una Oración de Serenidad y Tranquilidad.

En la actualidad, por la dinámica que la vida cotidiana ha adquirido, es necesario un estado de completa paz y confianza.  La serenidad completa y verdadera, probablemente viene de la mano de aquel de aquel que quizás nos conoce desde el principio y hasta en nuestro futuro. La serenidad en Dios consiste en seguir creyendo en él aun viendo lo que vemos.

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Oración de serenidad y tranquilidad

Padre mío y eterno, te pido perdón por otorgarme la gracia de sentir temor, miedo, angustia, ansiedad y todos esas emociones que exhiben mis debilidades, Señor.

Te solicito perdón por ello, y te doy gracias por todo lo que me has dado mi Señor,  quiero agradecerte Padre amado por todas las enseñanzas, por permitirme reconocerlas y crecer desde ellas haciendo de mi una mejor persona.

Padre mío, sé que todas las pruebas que colocas en nuestro camino son porque estamos en capacidad de superarlas Padre amado, y nuevamente te pido perdón por perder la confianza y consentir que la angustia se apodere de mi ser, pero mi condición de ser humano Señor me hace errar.

Te ruego mi Dios amado, retornes a mí la serenidad, la paz y la tranquilidad que me permitan ver la solución que me tengas preparada y que mi trastornado corazón no reconoce. Provéeme Señor la sabiduría para poder recibir la solución que me permita sobrellevar la situación y así entregarme plenamente a ti.

Señor, permíteme recuperar la Serenidad y la Tranquilidad que tanto requiero para ser una persona amable, amorosa y poder conferirle serenidad y tranquilidad a mis seres queridos. Agradezco tu paciencia, tu amor y tu siempre oportuna respuesta a mis solicitudes.

Padre, en el nombre de Jesucristo,  Gracias.

Amén

Cómo orar la plegaria de serenidad y tranquilidad

En la actualidad,  las sociedades  evolucionan constantemente bajo escenarios de muchas dificultades y situaciones que se escapan a nuestro radio de acción. Precisamente, estos últimos son lo que hacen que perdamos  el control de todo, es allí cuando empezamos a perder la serenidad y la tranquilidad.

Para recuperar y superar la situación que logró desequilibrarnos espiritualmente, debemos aprender a orar, ya que en lugar de mantener la tranquilidad nos alejamos de ella, es por ello, que  debemos volver entonces a retomar el control de lo que podamos dominar, que no es más que a nosotros mismos, por lo tanto, debo entregar a Dios ante todo la situación.

Entonces para comenzar debemos concientizar. Respiramos profundamente y comenzamos tomando conciencia de que lo que no puedo controlar esta en sus manos y confió en que el solucionará todo para el bien de mi familia y mío propio.

Comienzo mi oración solicitando perdón por haber permitido que a mi corazón entrara la desconfianza. Perder la confianza en Dios, es perder la paz, la tranquilidad y la serenidad, por lo tanto, nos corresponde  suplicar perdón. Luego es fundamental agradecer por todo lo recibido material e inmaterial que tenemos en la vida.

Dar gracias a Dios es importante, porque él lo ha permitido. Nos ha facilitado el camino y nos ha apoyado a lograr nuestras metas y sueños. Seguidamente le pedimos nos retorne la serenidad y la tranquilidad, reconociendo que gracias a él, nuestra vida es mejor cuando confiamos en él y aceptamos su voluntad.

Después de realizar la oración, puede hacer una invocación en el nombre de Jesucristo y efectuar una aclamación para enaltecer su presencia entre nosotros. Al finalizar, la serenidad y la tranquilidad  volverán a ti.

Es aconsejable que abras un espacio solo para ti. Cuando comiences a sentir que puedes perder el control de las cosas, además de la serenidad y la calma, en silencio le puedes pedir que no permita que tu vida se descontrole y le cedes todo lo que te puede estar generando intranquilidad. Ese espacio que te has concedido para estar con Dios permitirá que le quites fuerzas a la desesperanza y el desaliento.

Estar sereno y tranquilo te permitirá mantener la calma ante cualquier suceso inesperado que pueda representar una amenaza o riesgo. De allí que, al realizar la oración de la serenidad y la tranquilidad,  el cambio será inmediato y nos sentiremos reconfortados en Dios ya que estaremos hurgando positivamente nuestra emotividad.

Cómo controlar las emociones

La alegría, el amor y la felicidad son emociones positivas. También están las emociones negativas como la ira, la angustia, la ansiedad, entre otras. Las emociones constituyen un aspecto fundamental de la vida cotidiana del ser humano. Si permitimos que las emociones negativas prevalezcan, se fortalecerán los problemas en vez de encontrar soluciones.

Las emociones negativas influyen en la salud de cada individuo. Mantenerse en un estado de intranquilidad, angustia o estrés, ejercerá un efecto patológico, que involucra a la familia al encontrase frente a un ser querido enfermo o inalcanzable. Para llevar una vida marcada por la serenidad y la tranquilidad, tenemos que aprender a identificar  aquellos escenarios fuera del equilibrio emocional necesario para poder avanzar y llevar una vida en paz.

Las emociones positivas o negativas, corresponden a un estimulo, externo o interno, que genera una fuerza nerviosa que recorre nuestro cuerpo. La manera en como esa energía liberada en este será utilizada dependerá de nosotros. Esta comprobado científicamente que los seres humanos son capaces de interpretar sus emociones y están en capacidad de controlarlas.

El cerebro es el centro de control de  las emociones. Desde allí se emiten los impulsos nerviosos en respuesta a un determinado estimulo. Cuando perdemos el control de esa energía nerviosa y se exterioriza e interioriza de manera negativa, es cuando dejas las situaciones que no controlas en manos de Dios.

Esta manifestación es una respuesta de sobrevivencia. Es posible que esta energía se dispare de manera instintiva sin motivo aparente, provocando situaciones de ansiedad, depresión y otra serie de emociones negativas. Si el cerebro no reacciona a estas emociones, se corre el riesgo de quedar anclado en ese sentimiento y convertirse en un problema de salud emocional.

Ahora bien, es importante descubrir todas aquellas impresiones y estímulos que anteceden a los estados emocionales negativos, evitando que estas últimas tomen el control  y se genere una respuesta impulsiva. Retrasando o deteniendo el proceso, se puede lograr de alguna manera en control de tus emociones

Identificada la conmoción previa a la emoción que se desea controlar, entra entonces en acción nuestra inteligencia emocional. Mediante tu bagaje de virtudes y dones, podrás reconocer cuáles son tus fortalezas y méritos y desde esa energía positiva iniciar la búsqueda de lo que produjo la impresión negativa.

Es importante establecer que el autocontrol no es imperecedero. Estaremos fortalecidos en algún momento. Sin embargo,  en otras circunstancias por alguna razón no somos tan tolerantes y no logramos tener el control real de la situación. Lo recomendable es entonces tomar tiempo para sí mismo. Es sano y fortifica como persona. Lo fundamental es aprender a reconocerse emocionalmente, ser honesto consigo mismo acerca del origen de esta emoción en ti y no engañarse a sí mismo.

Si fortaleces tu confianza en lo espiritual y tomas control de las emociones, una plegaria Pidiendo a Dios que regrese la serenidad y la tranquilidad así como los frutos del espíritu santo: el amor, el gozo, la paciencia y la paz, permitirá que coloques en perspectiva lo que te está sucediendo y evitando que pierdas el control.

Plegaria de paz de San Francisco de Asis

Señor, forja en mí un medio de tu paz: si hay odio, doy amor, donde hay ofensa, administro perdón, donde hay discordia, antepongo unión, Si hay error, se impone la verdad, donde haya duda, planto la fe, donde haya desesperación, dispongo esperanza, donde haya tinieblas, llevo luz, donde haya tristeza, doy alegría.

Oh Maestro, que no busque yo tanto ser tranquilizado como tranquilizar, ser entendido como entender, ser adorado como adorar.

Puesto que cediendo se recibe, dejando de lado se encuentra, condonando se es perdonado, y se resucita a la vida eterna con la muerte.

Amén

Oración para la paz de la mente

Señor, mi mente está llena de desconcierto y laberinto.

Siento que estoy sofocándome en mi situación y mi corazón está colmado de temor.

Verdaderamente requiero que me ayudes y me des la fortaleza y paz que solo Tú me puedes proveer: esa que supera todo entendimiento. En este instante, decido parar y confiar en Ti.

En el nombre de Jesús,

Amén.

Salmo 121

  1. Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro?
  2. Mi servicio viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.
  3. No proveerá tu pie al resbaladero; ni pernoctará  el  vigía.
  4. He aquí, no se aletargará ni dormirá, el centinela de Israel.
  5. Jehová es tu cuidador; Jehová es el crepúsculo de tu mano derecha.
  6. El sol no te cansará de día, ni la luna en la noche.
  7. Jehová te abrigará de todo mal; él resguardará tu alma.
  8. Jehová protegerá tu llegada y tu puerta, desde ahora y para siempre.

¡ORA POR LA SERENIDAD Y TRANQUILIDAD EMOCIONAL!


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