Descubra la oración de protección por los hijos al Espíritu Santo de Dios

En el mundo actual lleno de tantos problemas tanto internos (familiares) como externos (sociales, educativos, entre otros) se hace más necesario que nunca tomar las riendas de la educación de los hijos y por ello vamos a encaminar este artículo en ese sentido, además Descubra la oración de protección por los hijos, al Espíritu Santo de Dios para que le ayuden en tan difícil tarea.

En este artículo entraremos a estas aguas turbias, es verdad, pero esperamos salir sin ahogarnos con la ayuda de Dios, y para ello contamos con la anuencia de un hombre santo, que mandó que dejaran a los niños venir a él: Cristo.

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La oración de protección por los hijos

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El jefe regaña al obrero; éste llega a su casa y le da una patada a la silla, la esposa se estresa y le pega al niño, y éste le da un puntapié al gato. Aquí tenemos una anécdota sobre lo que pasa con la educación de los hijos: ellos aprenderán lo que ven en el hogar.

La protección de los hijos se torna en un asunto sumamente complejo en la actualidad, cientos de factores conspiran para que el muchacho o la joven no tengan un desarrollo favorable:

  • El lugar donde se nace.
  • Los padres que les tocan.
  • Los amigos.
  • El colegio, entre otros.

Estos son aspectos que inciden en ese desarrollo integral de los hijos, para buscar la solución a éstos problemas se requiere la acción orientadora de padres y maestros que contribuya a formar hombres y mujeres de bien.

Y los creyentes además buscan confiar una parte de esa tarea a Dios, por lo que puedes hacer esta oración de protección por los hijos:

Dios Mío, te agradezco infinitamente por los  hijos que me diste, y por ello te invoco para que los protejas de toda sombra de maldad. Conviértete en la coraza que los rodea y los cuida a toda hora, que los libera de toda amenaza, mala intención, palabras soeces y mala reputación.

 Señor Cristo, que tus ángeles de la guarda cuiden a mis hijos, tanto en la enfermedad como en la salud, que el Espíritu Santo los cubra con su aura a cualquier lugar que vayan, al salir y al volver al hogar, de modo que sean bendecidos. 

Procura Dios, que mis muchachos se sientan atraídos por el bien, y que nunca vayan en pos de la perdición.

Protege sus mentes de las imágenes grotescas, violentas y  pornográficas, de acciones necias, de venganza hacia los demás, la maldad y las conductas falsas. 

Gracias por amar a mis hijos y escuchar atentamente mi sencilla plegaria. Gracias Señor, desde mi corazón te lo pido, Amén.

Importancia de la oración

La oración es un modo de meditar y procurar encontrarse internamente con las potencias espirituales internas, para comunicarse con Dios, con los ángeles y otros entes que influyen en nuestras vidas.

La plegaria calma nuestros ánimos, nuestra desesperación, y deja en manos de Dios la solución de asuntos sobre los cuales no tenemos control directo.

Ello no significa obviar la responsabilidad que se tiene como padres para con los hijos: alimento, ropa, educación, salud, cariño, atención, entre otros. La oración, pues, no sustituye esas otras tareas de los padres.

Qué dice Dios sobre los hijos

Siempre los hombres han querido saber qué dice Dios sobre los hijos. En verdad, las indicaciones bíblicas son muy generales, y muchas de ellas ya no tienen la validez en nuestro tiempo tan complicado.

Por ejemplo, algunas de las cosas que se mencionan son las siguientes:

Dios cuida a los niños

  • Mateo 18:10 No desprecien a uno de estos niños, porque los ángeles del cielo siempre ven el rostro de Dios.

La formación de los primeros años los guiará a lo largo de la vida:

  • Proverbios 22:6  Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

El cuidado y la instrucción de los hijos es prioritario:

  • Proverbios 29:15  El niño dejado a sus caprichos es vergüenza de su madre.

También se recomienda enseñar a los hijos la Palabra de Dios:

  • Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor (Efesios 6:4).

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Los padres y los hijos

En una idea muy antigua de la crianza familiar, la responsabilidad definitiva de lo que se llega a convertirse el hogar es del padre. Actualmente todos sabemos que tanto la madre como el padre inciden en la crianza de los hijos.

Por lo general las funciones de crianza de los hijos se «reparte» de la siguiente manera: la madre suele ser la figura amorosa, comprensiva y cariñosa del hogar; mientras el padre es para los muchachos la figura de la fuerza, de la seguridad, del valor que se debe tener para afrontar los peligros.

Pero como todo ha cambiado, este estereotipo que tantos frutos dio también se han esfumado de nuestra época.

Es que como resultado de una cultura castigadora, que ha vivido más tiempo en dictaduras que en democracia, el hogar se ve signado por la violencia del padre contra las madres y los hijos, en los que encuentra todo tipo de defectos, pero ninguna virtud. Hay padres y hasta maestros que nunca felicitan a sus hijos por sus buenas acciones.

Se entiende por disciplina el castigo físico cuando ello no es cierto, la vara y los golpes no enderezan al muchacho: la letra con sangre entra, sin percatarse de que no es letras lo que se requiere que aprendan sino frases y párrafos completos.

Tampoco ello quiere decir convertirse en un padre que consiente demasiado al hijo hasta que termina en un tirano que lo amenaza. Ello puede ser el resultado de la indulgencia por parte de los padres que permiten que sus hijos tomen decisiones para la que no están capacitados.

En todo caso, los padres pueden tomar las decisiones oyendo también lo que opinan sus hijos, pues de lo contrario la sociedad no estaría promoviendo ninguna democracia sino aupando las dictaduras. Es intolerable que el padre diga yo soy el que manda aquí y tomo todas las decisiones. La disciplina rigurosa y exigente que no va nunca acompañada del amor o de la comprensión, al estilo militar, lo que hace es conformar futuros dictadores.

Qué debe lograr un padre con los hijos

A continuación vamos a dar una serie de sugerencias las cuales deben ser aplicadas según su caso y requerimiento. Cada hogar, cada persona, cada niño, cada joven, y cada pareja tienen sus propias características y sería pedante mandarles desde lejos unas normas a seguir.

Saque tiempo para su familia

Un padre debe buscar tiempo para conversar, compartir con su familia, salir un rato, jugar, dialogar con sus hijos.

Hay padres separados de sus parejas que creen cumplir con su responsabilidad de padres enviándoles el dinero a los hijos en cada quincena, creen que ello es suficiente para que todo marche bien.

Sabemos de casos en los que la pareja separada lo que hace es boicotearse mutuamente: la mamá dice al muchacho o al niño que el “malo” de la película es su papá, y viceversa, éste le asegura que es ella (la madre). El joven está entre dos aguas, en un dilema, no sabe a quién creerle y no hace sino portarse mal para llamar la atención del adulto.

Frente al niño, sus padres aunque estén separados deben mantener la compostura y el trato cordial, no pueden pensar en ellos nada más sino en sus hijos.

Saber comunicarse

No todos los padres saben comunicarse, suponen que las palabras son claras y transparentes cuando resulta que no es así: deben utilizar expresiones sencillas con los niños y evitar aquellas que puedan dar lugar a doble interpretación, sea porque los gestos no concuerdan con lo que se dice o porque se emplean términos vagos como ahí, cosa, algo, nunca, siempre, u otros.

Los padres deben oír atentamente a sus hijos, comprenderlos, procurar responder a sus inquietudes, y no tomarlos por bobos, por muy descabelladas que sea lo que piensan.

Los psicoterapeutas suelen filmar las comunicaciones de la familia para que luego observen el video y se percaten de sus defectos en las relaciones.

Disciplina con amor y ¡elógielos!

No tiene sentido que los padres encuentren todos los defectos del mundo en sus hijos y nunca los elogien por sus logros. Ello es el resultado de una mentalidad malcriada, sumida en la ignorancia y con la autoestima demasiado baja, lo cual es frecuente en los padres ignorantes y con falta de criterios en la crianza de los hijos.

Unos padres así estigmatizan a sus hijos, les pronostican lo que llegarán a ser, y crean precisamente un efecto de sugestión lamentable. Si se le dice al muchacho que no servirá para nada, pues eso será probablemente su destino a menos que ocurra una excepción.

Los padres lamentablemente, tienen tendencia a proyectar en sus hijos sus frustraciones; por ejemplo, la madre que fracasó en su vida amorosa no creerá que su hija pueda conseguir un buen esposo.

Ame y respete a su pareja

La sociedad actual se rige mucho por el dinero, y muchas son las razones por las que solo uno de los padres es el que trabaja y aporta dinero al hogar. Debemos tener claro que independientemente de que uno de los dos miembros de la pareja sea quien lleve el dinero al hogar no le da derecho a maltratar al otro. En una relación sana todos aportamos lo que tenemos al alcance, por lo que no debemos menospreciar a nuestra pareja porque momentáneamente o por un lapso de tiempo indefinido, no pueda contribuir con dinero al hogar.

No debe la pareja ofenderse delante de sus hijos, golpearse o amenazarse porque ello crea un mal precedente. Muchos grandes asesinos vieron escenas así violentas en su niñez.

Enséñale a amar a Dios con el ejemplo

Si los padres son cristianos evangélicos podrán enseñar a sus hijos la Palabra de Dios. Este asunto se viene debatiendo en algunos países en los que se trata de averiguar hasta qué punto el adoctrinar a un grupo de niños es cometer «abuso de menores», puesto que lo correcto sería esperar a que tuvieran más consciencia para decidir si pertenecer o no a una congregación religiosa.

El asunto no se ha dirimido todavía y no creemos que la guía del padre vaya dirigida a obligar sino más bien a encaminar a sus hijos por el camino del bien, pues sabemos que el amor a Dios es la ruta al éxito.

Educar

Educar a los hijos no es tarea fácil, aun cuando en general los padres suelen hacerlo bien guiados por el sentido común. Pero estamos en un mundo sumamente complejo, donde los factores de perturbación mental son innumerables y los padres tendrán que prepararse mucho más para ejercer sus funciones.

Orar al Señor es útil, es importante para pedir ayuda celestial, el resto amerita sabiduría, experiencia, saber, estudios. El niño no es un adulto en miniatura, cada sujeto es singular e irrepetible.

Video

En esta oportunidad queremos dejarte un video que tiene por nombre educación y crianza respetuosa, se trata de un material algo largo pero muy interesante preparado por el especialista psicólogo clínico y educativo Alberto Soler, esperamos lo aprecies.

Esperamos que tanto nuestro documento como el video hayan sido de utilidad para ti, por ahora nos despedimos invitándote a seguir en nuestra web donde encontrarás muchos artículos de tú interés.


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