En las familias creyentes la pérdida de un ser querido es un proceso sumamente doloroso, ni contar cuando quien parte es la madre, no hay consuelo para quienes quedan en el plano terrenal, pero siempre es mejor asumir el proceso y realizar una Oración cuando muere una madre y sus familiares están tristes.
En medio de este proceso tan doloroso nadie entiende cómo es que un Dios bueno y misericordioso permitió que eso pasara. Entonces regresa la duda, la desesperanza, y la tristeza.
La oración permite que volvamos a conectarnos con Dios y en ello es que queremos centrarnos, viendo para que sirven las oraciones, qué dice la Biblia sobre las madres y cerraremos con algunas madres famosas en las Escrituras.
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Oración cuando muere una madre y sus familiares están tristes
La plegaria podemos construirla nosotros mismos, con un poco de espiritualidad, algo de literatura y la ayuda de Dios. No tiene por qué ser una invocación rebuscada, demasiado larga, ni con palabras inusitadas sino con nuestro propio lenguaje cotidiano.
Veamos entonces una oración para ese momento cuando muere una madre y sus familiares están tristes.
Señor Jesucristo, Padre celestial, refugio de mi alma, consuelo del dolor que aflige mi ser desde las entrañas. Ahora lloro y siento mucha pena por la partida silenciosa de aquella mujer que me trajo a la vida y me rodeo de paz y felicidad.
Dale paz y luz a mi alma para que vuelva la esperanza en momentos de dolor y desesperan, no dejes que lo triste embargue mi corazón y dime que ella estará a tu lado llena de felicidad.
Libera su espíritu de todo peso o culpa y llévala a las puertas del Cielo para que vea tu Gloria y la de los Ángeles que siempre invocó.
Facilita que mi madre alcance el descanso infinito de su alma buena que me trajo al mundo y me dio su bondad.
Es por mi querida madre que he venido al mundo, y fue por Tu amor que en nuestra vida no faltó nuestro sustento, con Tu ejemplo nos diste luz para fuéramos personas llenas de misericordia y amor hacia los demás. Guárdala en tu seno, Señor. Amén.
Para qué sirve la oración cuándo muere una madre
La oración es una forma de sobreponerse al dolor que causa la pérdida de una madre. Ella fue el ser querido de esos hijos, la que les trajo al mundo y les dio cariño no sólo mientras estuvieron en su vientre sino después.
Diversos experimentos han mostrado que si a un bebé no se le brinda caricias, y arrullo por su madres, termina enfermando y muriendo.
Es que, de alguna manera el contacto físico, el tacto de la madre o la persona que funge como tal activa determinados mecanismos cerebrales que se relacionan con su homeostasis.
La madre es un ser de luz y la oración constituye un medio para aminorar el impacto de su partida, del mismo modo la oración nos permite recordar a la madre y tenerla siempre presente no solo en nuestros pensamientos sino en nuestras plegarias con Dios.
Qué hacer para que una oración sea efectiva
Vamos a ver qué aspectos han de ser tomados en cuenta a la hora de efectuar plegarias de cualquier tipo:
Primero hay que conocer algo de la Palabra de Dios
No tiene mucho sentido rezar sin tener idea de lo que se está invocando, y cuáles fueron los antecedentes de los contenidos que se pronuncian. Millones de personas oran sin tener claridad acerca de los contenidos que emplean o a qué parte de la Palabra se están refiriendo.
Se requiere orar con fe
Sin fe no es posible que la oración tenga los efectos esperados. Por supuesto, Cristo también ayudará a nuestra poca fe como ocurrió en un momento dado en los evangelios cuando se le pidió “Señor, ayuda mi poca fe”.
Hay que meditar sobre el contenido pronunciado
Si se habla de honrar a padre y madre, ello tiene sus antecedentes en los mandamientos de Moisés.
También es cierto que durante los tiempos de Jesús hubo cierta caída de la importancia de la familia por influencia de las escuelas cínicas.
El mismo Mesías manda a que se abandone a padre y madre y que cada quien tome su cruz; pero con abandono no quiso decir que se dejaran por siempre y no se tuviera más contacto son sus progenitores, no se debe malinterpretar la Palabra, Jesús utiliza la metáfora para aludir al hecho de cada quien debe formar familia.
La plegaria debe salir del corazón
Por supuesto, la invocación debe ser una expresión que se hace con el corazón e inspiración. No es algo frío y sin vida, propio de académicos sino de seres espirituales, como los que buscan al Señor.
Las madres para la Biblia
De acuerdo con las Escrituras una madre es un ser dotado de ciertas cualidades naturales para cuidar, proteger, y educar al niño en la palabra del Señor. De ese modo llega a ser una persona inclinada a la piedad y el bien.
En la biblia no se expresa que cualquier mujer pueda ser madre, pues deben tener la constancia y la responsabilidad de amar a sus hijos y comprometerse en orientarlos.
En el mundo estamos viendo cada vez más situaciones dramáticas de madres que abandonan a sus hijos por ir tras un hombre, entregarse al alcohol o las drogas o simplemente porque nunca estuvo “preparada” para ser madre.
Una madre es una trabajadora de tiempo completo que, a pesar de los obstáculos que se le presentan, sigue adelante y termina su trabajo.
Desgraciadamente, muchas personas actualmente consideran que la familia no es un ámbito de felicidad sino de conflictos y que el matrimonio de amor eterno tampoco ha resultado.
Mujeres que enseñan en la Biblia
A lo largo de los acontecimientos bíblicos han aparecido mujeres que han sido madres relevantes por su historia como tales o por algún otro suceso interesante.
Hay que decir también que durante siglos, por razones de estigmatización de la mujer por parte de la Iglesia de entonces, se ocultó el hecho de que las fueron ellas las que dieron un gran impulso al cristianismo. Varias damas acompañaban a Cristo (una de ellas María Magdalena) y el mismo Pablo cuenta acerca del papel que jugó el sexo femenino en las primeras congregaciones.
Entre las más conocidas mujeres bíblicas podemos mencionar las siguientes:
La primera mujer: Eva
Es la más conocida del Antiguo Testamento: primer espécimen que acompañó a Adán en el Paraíso y que según la leyenda desobedeció y tentó a su compañero, lo cual no le agradó para nada a Dios.
Posteriormente, no se sabe más de su vida en las Escrituras, excepto que engendró otros tantos hijos, como Caín y Abel.
La estéril: Sara
Es notable porque ya era anciana cuando Dios le avisó que tendría un hijo después de tantos intentos para salir embarazada, según el Génesis 18. La duda se apoderó de ella, pues pensaba que incluso su esposo era ya muy anciano para lograr tal proeza.
La impetuosa: Rebeca
En el Génesis 24 se habla del personaje llamado Rebeca, una dama notable por su valentía y fe en Dios, tanto así que fue a conocer a su futuro marido en un sitio lejano a su hogar, guiada por su confianza en el Señor.
No obstante, comete el error de elegir sin consultar a sus hijos, de modo que decide el destino de los suyos en lugar de tener fe y esperar los acontecimientos de Dios (Génesis 27), lo que nos deja como aprendizaje es que no debemos precipitarnos en momentos difíciles.
La madre de Moisés: Jocabed
Según el Éxodo 2, para salvar a su hijo, en un acto de desesperación y valentía, lo colocó en un cesto y lo puso en el rio Nilo donde lo encontró una princesa egipcia y lo crió como uno de los suyos.
Moisés fue uno de los líderes de la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y lo acompañó hasta el desierto, luego hasta la Tierra Prometida.
Ana, la que entregó su hijo a Dios
Representa la idea de que los hijos no son nuestros sino de Dios, quien le concedió el placer de ser madre a pesar de su esterilidad.
Al nacer el niño, lo cedió a Dios sin dudar ni por un momento para cumplir con la promesa que le había hecho. Ana es el ejemplo de una madre respetuosa de la palabra de Dios (Samuel 1).
Ester: una reina de belleza
Era una hermosa doncella judía (Ester 2:17), quedó huérfana e hija adoptiva de su primo Mardoqueo. Ganó un concurso de belleza, y cautivó al rey Asuero o Jerjes I, quien la convirtió en reina de Vasti, en Persia y de Media. Gracias a ello arriesgó su vida por su pueblo, y lo rescató de la masacre. Poseía belleza, inteligencia y gracia.
Su historia se narra en el Libro de Ester, y se celebra en la fiesta de Purim.
María: siempre virgen inmaculada
María es la madre de Jesús, el Salvador, una de las mujeres más destacadas del Nuevo Testamento.
Se presenta en el evangelio como una joven sencilla (de unos 13 años aproximadamente), señalada por el Espíritu Santo para dar a luz a El Mesías.
Ella no rechazó su misión aunque al principio dudara, por lo contrario, demostró su fe y se ocupó de ser la madre de Jesucristo.
En verdad es poco lo sabe de ella como persona sino como madre, quien tuvo la dicha de ver a su hijo nacer pero el infortunio de verlo morir (aunque también lo miró al resucitar).
Por supuesto, hay otras mujeres relevantes en la Biblia que no vamos a seguir enumerando por razones obvias de espacio.
Aunque no pueda ser reemplazada oremos por nuestra madre desparecida, y demos el lugar (en vida y muerte) que esta gran mujer merece.
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