A Santa Lucía se le ha considerado como la patrona de los ciegos y protectora y defensora de aquellas personas con problemas de la vista. Sus fervorosos devotos como agradecimiento a las recuperaciones le ofrecen como obsequios ojos de oro o plata. La Iglesia católica, la ortodoxa y la luterana escandinava conmemoran la fiesta de Santa Lucia el día 13 de diciembre.
El origen de esa leyenda posterior sobre sus ojos, se explica debido a que en la Edad Media, el calendario juliano tenía un retraso acumulado por lo que la festividad de Lucía concordaba con el solsticio de invierno y, por ende, el día más corto del año. Lo que define la razón del nombre de la santa, cuyo significado es luz, la que lleva luz o la portadora de luz y es además la fecha en la que se conmemora su martirio.
Santa Lucía es festejada como portadora de donaciones para los niños en el norte de Italia, en Checoslovaquia y también en Austria. En Dinamarca y Suecia, se conmemora cuando una joven que representa a Santa Lucia será acompañada con otros muchachos que le hacen un séquito para llevar a los niños donativos y a las fundaciones de caridad. En Suecia, es muy reverenciada también por la Iglesia luterana.
En este post, se describirá sucintamente todo lo relacionado con la vida y obra de Santa Lucia.
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Quién fue Santa Lucía
Santa Lucía se representa con la palma del martirio y una copa con dos ojos extraídos. La Iglesia antigua cuenta la leyenda que Lucía se arrancó los ojos para dejar de agradar a su prometido; de allí que la imagen de esta santa con sus dos ojos en una bandeja venga de esta historia.
Sin embargo, muchos teólogos e investigadores de los santos han objetado esta historia escrita años después que Lucía fuese martirizada. Es un testimonio que se configura mas como una leyenda. Es probable que el significado de su nombre que es luminosidad, sea la razón por la que se le represente así.
Esta leyenda refiere que a Santa Lucia le fueron quitados los ojos de sus órbitas, por eso su iconografía la representa mayormente con un plato en la mano en el cual fueron puestos sus ojos. Santa Lucía es la defensora de la vista. Lucía, estando en el juzgado, ya sin ojos, aun continuaba viendo. Por eso es personificada con un platillo con dos ojos. Es la patrona de la vista y también de los electricistas y las modistas. Igualmente es la patrona de Siracusa y Venecia (Italia).
El descubrimiento, de una inscripción sepulcral del año 380, en 1894, con su nombre en las catacumbas de Siracusa permitió comprobar lo ocurrido a Santa Lucía. El Papa San Gregorio en el año 590, fundo dos conventos femeninos, a los cuales les puso el nombre de esta santa, ya que en Roma era muy alabada y respetada.
Historia de Santa Lucía
Según reza en las Actas conocidas como de Santa Lucía, ella nació en Siracusa, en el año 280 dc, Sicilia (Italia), formando parte de una familia noble. Sus padres eran conversos al cristianismo, lo que permitió que recibiera una educación en la fe cristiana.
Lucía le pide al Señor la fortaleza necesaria para afrontar el inmenso dolor por la muerte de su padre y se consagra a Él prometiéndole, en secreto, virginidad eterna. Su madre, Eutiquia, desconociendo su deseo, la alentaba a que contrajera matrimonio con un joven pagano.
Lucía, con el propósito de que su madre la liberase del arreglo matrimonial, y le aconsejó que fuese a orar a la tumba de Santa Ágata de Catania para pedir su curación. Eutiquia quien sufría de disentería y padecía de hemorragias y así lo hizo. Dios, escuchando sus súplicas y peticiones, le devuelve la salud.
La madre, en señal de gratitud, le ofrece a su hija acceder a lo que esta le pida. La joven entonces, le imploró que no la obligase a casarse, confesándole así su deseo de consagrarse a Dios y repartir la fortuna familiar entre los pobres. Eutiquia, atendiendo la voluntad de Dios, le concede el permiso a su hija.
Oración Principal a Santa Lucía
Oh Bienaventurada y benévola Santa Lucía Virgen,
mundialmente reconocida por el pueblo cristiano
como la extraordinaria y poderosa protectora de la vista,
colmados de confianza en ti concurrimos;
solicitándote la gracia de que la nuestra se conserve saludable
y le procuremos el uso para la redención de nuestra alma,
sin aturdir en ningún momento nuestra mente en exhibiciones comprometedoras.
Y que todo lo que ellos vean se transforme en salud
y en una preciada inspiración para amar cada día más al Todopoderoso Creador
y Salvador Jesucristo, a quien con su intervención,
oh defensora nuestra; esperamos eternamente mirar y amar
en el hogar celestial.
Amén.
Martirio de Santa Lucía
El enamorado de Lucía, iracundo y colérico, la denunció ante el procónsul Pascasio por deshonra sufrida, acusándola de ser cristiana. Eran los tiempos de la persecución hacia los cristianos por parte de Diocleciano y la pena podía ser la muerte. El procónsul la amenazó si no renunciaba a su actitud, a lo que ella respondió: Es inútil que insista. Nunca podrá aislarme del amor a mi Señor Jesucristo.
Acto seguido, el procónsul, para separarla de Dios, dispuso que fuese prostituida, pero ella, sin retroceder un solo paso, le dijo: El cuerpo queda contaminado solamente si el alma consiente. Los guardias romanos pretendieron moverla a la fuerza hacia el prostíbulo, pero asombrosamente no pudieron.
Procedieron entonces a quemarla y de ningún modo lo consiguieron. Finalmente, en la ciudad siciliana de Siracusa, el 13 diciembre de 304, la tradición resalta el hecho de que le sacaron los ojos (posteriormente se comprobó que esto no ocurrió realmente) y después le atravesaron el cuello con una espada. Aun así, Santa Lucía en su agonía, parecía continuar viendo y, en la medida que se desvanecía, mostraba una fuerza que incitaba a la confianza en Cristo.
El cuerpo de santa Lucia fue enterrado en las Catacumbas de Siracusa. Sobre su sepulcro fue levantada una Basílica. Estuvo sepultado aquí desde el año 878 hasta el 1038. Cuenta la tradición que el cuerpo de la santa, fue trasladado de Siracusa a Constantinopla. Desde aquí, es llevado a Venecia en el año 1204, donde aún permanecen.
Es importante resaltar que, las primeras representaciones de Santa Lucia la presentaban con una lámpara encendida en la mano, la cual representa a la luz por su nombre. Es a partir del siglo XIV, cuando la mayoría de los pintores y escultores la muestran con un plato en la mano con un par de ojos. Desde aquí se inicia su patronazgo sobre los invidentes.
Las reliquias de Santa Lucía
La Iglesia de los santos Jeremías y Lucía, es un templo católico ubicado en Venecia, Italia, y es muy popular por ser la sede del culto a Santa Lucía, cuyos restos mortales se conservan en su interior desde el 11 de julio de 1860. Estos restos fueron robados el 7 de julio de 1981 por unos delincuentes comunes, pero en diciembre del mismo año se recuperaron intactos por la policía.
Esta basílica es objeto de peregrinaciones y gran devoción por que las reliquias de santa Lucía están presentes allí. Estos relicarios fueron llevados allí en 1861, cuando la antigua iglesia dedicada a ella fue derribada para ampliar la estación del ferrocarril.
En una urna de cristal en el testero del templo se encuentra el cuerpo incorrupto de la santa patrona de la vista. Esta rodeado de abundantes presentes y obsequios de los fieles. En 1955, el futuro papa Juan XXIII, Angelo Roncalli, siendo aún patriarca de Venecia, le regaló la máscara de plata que le cubre el rostro a la santa.
Aunque la mayoría de las reliquias están en Venezia, Algunas fueron enviadas en 1556 a Siracusa. Sin embargo, también hay en Lisboa, Metz, Milán, Nantes, Nápoles, Padova, Roma y Verona.
¡SANTA LUCIA, ILUMINA EL FUTURO DEL PLANETA!