Los 10 mandamientos que Cristianos Evangélicos cumplen por obediencia y amor

Los 10 mandamientos forman parte de la humanidad desde hace siglos y de algún modo han acompañado parte de su civilización, aunque sus formulaciones aparecen de distinta forma en otros pueblos como Babilonia y el código de Hammurabi, del que se dice pudieron haber copiado varios aspectos los israelitas durante el tiempo en que estuvieron cautivos allí por el rey Nabucodonosor.

Este artículo lo hemos preparado para darte a conocer los aspectos más importantes relacionados con los 10 mandamientos: qué son, su importancia y mucho más.

Sigue leyendo pues y prepárate a conocer todo lo relacionado con estas disposiciones divinas.

TABLA DE CONTENIDO

Qué son los mandamientos

Se entiende por los mandamientos al conjunto de preceptos o normas que Dios le dictó a Moisés en el monte Sinaí en medio del desierto para organizar la vida de la comunidad hebrea.

Los 10 mandamientos que Cristianos Evangélicos cumplen por obediencia y amor

Esta era la única forma de ordenar a pueblos agrestes, sumidos en la ignorancia, y dados a la desobediencia, Moisés por supuesto, se basa en la autoridad de Dios, para mantener el control social.

En ciertos momentos de rebeldía se tenía que ver obligado a ejecutar a miles de israelitas como una forma de dar un escarmiento y mantener la disciplina.

Según los instruidos en la Sociología y la Socioantropología, todo ello es entendible hoy, puesto que era la forma de sentar un precedente.

Importancia de cumplir los 10 mandamientos

En tiempos antiguos si no se cumplían tales mandamientos, se pagaba con la muerte, como les ocurrió a los que estando Moisés ausente, se dedicaron a construir un becerro de oro para adorarlo u otros que se salieron de la normativa.

Actualmente los cristianos evangélicos se rigen por esos mandamientos para orientar sus vidas.

La importancia de los 10 mandamientos radica en el hecho de que estos representan las “leyes de Dios”

Cuáles son los 10 mandamientos cristianos evangélicos

Vamos a mencionar cuáles son los mandamientos; y siempre en plan didáctico, comentaremos cada uno de ellos a la luz de nuestra situación histórica actual, con ello veremos que las emociones humanas, sus contradicciones, y ambivalencias siguen siendo casi las mismas después de tantos siglos.

Se evidenciará entonces lo que bien observó Pablo en su epístola a los Romanos 7:15: no entiendo mis propios actos: no hago lo que quiero y hago las cosas que detesto.

los 10 mandamientos

Los 10 mandamientos los detallamos a continuación.

Amar a Dios sobre todas las cosas

Digamos que, Dios es magnánimo, y por su misma figura merece ser venerado y amado por sobre cualquier persona y/o cosa.

Ordenar que no se idolatre a otros dioses se debió al hecho de que los israelitas nunca fueron monoteístas como se ha hecho ver, sino que se inclinaban el politeísmo influenciados por Egipto, donde vivieron mucho tiempo, ello se muestra en el hecho de que Moisés tuviera que estar amonestándolos a cada rato.

Ahora bien, el hombre actual ha cambiado a Dios por otros ídolos: deportivos, musicales, literarios y hombres dotados de enormes fortunas. Hoy los dioses son más terrenales que espirituales.

A ellos, los evangélicos les responden que tales deidades son efímeras, son ídolos de pantalla.

No tomar el nombre de Dios en vano

Este mandamiento también ha perdido carta de ley, desde el momento en que cualquiera jura cumplir sus promesas en el nombre de Dios; incluso el condenado a prisión garantiza en nombre de Dios que no cometió los delitos que se le imputan.

La historia está llena de promesas incumplidas, y está  bien que muchas de ellas no se hayan llevado a cabo, porque se referían a masacres o amenazas terribles.

Los cristianos evangélicos consideran que tomar el nombre de Dios en vano es propio de personas ignorantes y no piadosas.

Santificar el día del Señor

Este es uno de los mejores mandamientos, porque establece un merecido reposo para todas las personas. Se basa en que, por lo menos metafóricamente, Dios también descansó después que creo el mundo.

Algunos dicen que es el sábado, otros el domingo, pero en fin, al parecer el propio Cristo contrarió esta ley al curar a enfermos ese día, arguyendo razones discutibles para los judíos, quienes no aceptaban que cualquier advenedizo echara por tierra sus leyes refrendadas durante siglos por sus mismos profetas y todo el pueblo hebreo.

Los cristianos evangélicos consideran que precisamente Jesús vino para confrontar el rigorismo de los viejos fariseos que no se percataban de los cambios sufridos por la civilización de entonces.

Honrar a padre y madre

Esto parece un tanto extraño, desde el momento en que por naturaleza las personas se sienten inclinadas a querer a sus padres.

En todo caso, al leer las Escrituras parece que esto se había perdido ya en tiempos de Jesús, y Él mismo lo refleja en el momento en que le avisan que sus familiares lo andan buscando y responde que los suyos son los que andan a su lado y cumplen su palabra, posiblemente, esta debilidad de la familia provino de condiciones sociales culturales de entonces.

En el mundo actual este mandamiento vino acompañado (socialmente) con otro referido al derecho a tener unos padres y conocerlos para evitar los hijos expósitos.

Actualmente se ve con claridad que la familia también ha perdido toda fuerza capaz de orientar a sus muchachos: cada vez los jóvenes son más irreverentes, irrespetuosos, indiferentes a sus padres. La familia se ha desmembrado, los padres y madres han abandonado el hogar y le han dejado todo este problema al colegio (que pasan a ser como guarderías infantiles o internados juveniles), en donde tampoco se tienen los recursos pedagógicos suficientes para encauzar a niños y adolescentes.

Los cristianos evangélicos consideran que el mandamiento es congruente con la idea de considerar a Dios el Padre y a la virgen María, la Madre de toda la humanidad.

No matar

Este mandamiento no ha dejado de ser ambiguo, pues en los mismos israelitas se ve que aplicaba únicamente para su gente, en cambio dejaba de tener validez a la hora de acabar con otros pueblos considerados como enemigos.

En la actualidad, para los islamitas -por ejemplo- el mandamiento solo vale para ellos, no para los infieles a los que hay que destruir con explosivos atados en el cuerpo, aviones pilotados y lanzados sobre las ciudades que se consideran infieles, entre otros.

Ahora, la pena de muerte en algunos países parece una reedición del ojo por ojo y diente por diente de la antigüedad.

Por otra parte, se presenta un dilema en el momento en que una persona tiene que matar en defensa propia o participar en una guerra por razones de defensa nacional, una de las excusas perfectas para matar.

A lo mejor el mandamiento atendía a la idea de no asesinar por razón de gusto u ociosidad, otro problema es que muchos no matan, pero son cómplices de quienes lo hacen.

Hay mucho que decir también sobre al suicidio, el aborto y la eutanasia: ¿Y el caso de las muertes de millones de niños o ancianos por negligencia gubernamental? ¿Cuándo se puede decir que el feto es un ser humano y cuando no? ¿Es válida la eutanasia positiva cuando una persona tiene una enfermedad terminal cuyo final va acompañado de terribles dolores? ¿Es preferible una buena muerte que una mala vida?

No cometer adulterio

Algunos intérpretes de los mandamientos han intentado decir que la palabra aludía a congeniar con otros dioses, pero no al sexo, sin embargo, el hecho es que siempre se ligó el asunto al pecado cometido en el Paraíso.

Se sabe que tampoco los  israelitas fueron monógamos sino polígamos, podían no sólo tener varias esposas sino que al incursionar en un pueblo, mataban a todos, incendiaban la ciudad y se llevaban solamente a las mujeres para procrear.

En Mateo 5: 27 se indica que el solo hecho de ver a la mujer del prójimo es cometer adulterio, lo cierto es que si se aplica de manera literal a la actualidad, tendríamos a una multitud de adúlteros que no dejan de ver a las damas que van por la calle.

Toda la publicidad y el cine están montados sobre la idea de la fornicación y el placer sexual.

Millones de niños menores de edad en este momento están contemplando pornografía en la internet, mientras sus padres salen a trabajar.

No sabemos hasta dónde el mandamiento resulta en doble sentido; de hecho, cuanto más les dicen a las muchachas menores que no deben fornicar ni cometer adulterio, parece que más les llama la atención esa posibilidad.

Ahora se practica el intercambio de parejas, una especie de mentira dentro del matrimonio, cuando en verdad no hay razón para mentir.

Los cristianos evangélicos responden que toda maldad humana comienza por un mal pensamiento que anida luego en el corazón, y suele empezar por la vista.

No robar

En todos los pueblos aparece esta prohibición, acompañada por amenazas de morir o ser mutilado.

Pero entonces sí se podía tomar consigo el botín de los ejércitos vencidos o las pertenencias de los saqueados.

Algunos tergiversadores de la Palabra dicen que el mismo Jesús mandó a sus discípulos que le buscaran un burro para entrar en Jerusalén, pero no les aclaró que debían solicitarlo prestado a su dueño, dando a pensar que Cristo los enviaba a robar.

En Hechos 5:1-10, Ananías y Safira, vendieron una propiedad, entregaron una parte del dinero a los apóstoles de Jerusalén y robaron otra, por lo cual Dios los mató a ambos (el relato también sirvió de advertencia a futuros ladrones).

En la actualidad no robar suena a los oídos de la gente como se escucha llover: los políticos nos roban los dineros públicos, los comerciantes también, y las encuestas sobre el tema arrojan un resultado alarmante: los consultados en la calle dicen que la corrupción nunca paga, que los ladrones de cuello blanco se salen con la suya y si es posible pagan un abogado con el mismo dinero.

Los cristianos evangélicos creen que es todavía actual el no robar, independientemente de las excusas que empleen quienes lo hacen.

No dar falsos testimonios ni mentir

Esto no podía faltar, pues en ello se jugaba la vida de personas inocentes, de allí que era necesario que las personas de la antigüedad dijeran la verdad.

En la Edad Media, ya cansado de lidiar con tantos mentirosos, los jefes de la Iglesia idearon métodos que les parecían más expeditos: el indiciado en algún crimen tenía que meter las manos en una paila de agua hirviente; si no se quemaba entonces decía la verdad, de lo contrario estaba mintiendo y era desmembrado, quemado, empalado o estrangulado por el verdugo.

Las brujas eran interrogadas, si reconocían su culpabilidad para calmar las torturas, eran quemadas; si insistían en su inocencia, sus verdugos deducían que el Diablo hablaba a través de ella, e igualmente eran ejecutadas, entretanto los sacerdotes escrutaban sádicamente sus partes íntimas en busca de señales diabólicas.

En la actualidad, hasta en los tribunales los asesinos ponen la mano sobre la Biblia para jurar que dicen “la verdad”, los políticos aseguran que mienten por nuestro bien y hasta personas religiosas recurren cada cierto tiempo a “mentiras piadosas”.

Lo cierto es que los cristianos aseguran que no hay razón para mentir, que si se habla con la verdad Dios lo absolverá.

No consentir pensamientos ni deseos impuros

Este mandamiento está directamente relacionado con todas las demás instrucciones dadas por Dios a la humanidad.

En la antigüedad muchos le daban connotación sexual y hasta el momento hay quienes lo interpretan así; pero para nosotros es un compendio de todos los demás.

Cuando se te pide no permitir deseos ni pensamientos impuros se te está pidiendo que antepongas a Dios pues es el más importante en el plano terrenal y espiritual, que no envidies al prójimo, que no sientas el deseo de matar o robar, que no ambiciones la mujer de tú prójimo… en fin, como puedes ver, se encarga de recordarte que todos los mandamientos son parte esencial de las disposiciones divinas.

No codiciar cosas que pertenezcan a otros

En el evangelio de Mateo 5: 27  Jesús manda a no mirar a la mujer del otro, porque ya con eso se comete adulterio, probablemente porque era un objeto de propiedad, como algún ternero o cabra.

El derecho de propiedad de la familia existió durante siglos en diversos códigos civiles increíblemente hasta hace poco, donde el hombre podía matar a toda su familia si era su deseo, sin que la ley pudiera encerrarlo.

Este precepto de no mirar lo que es de otros, tiene que ver también con la envidia y con los celos ya que el estilo de vida de quienes “tienen de todo” es motivo de codicia y envidia.

Muchos en la actualidad creen que el hecho de tener aspiraciones en la vida y admiración por quienes han sido ejemplo de lucha y progreso es aspirar a tener la vida de ese otro y realmente no es así, ello no quiere decir que se codicie sino que se tienen pretensiones, sueños y hasta esperanzas basadas en la realidad de que si otro pudo yo también puedo.

Los cristianos evangélicos consideran que el mandamiento es actual, no se debe desear lo que es de otros, no obstante recuerda que no se trata de aspirar lo de otro pero sí puedes tener personas que te sirvan como “motivadores” para que por tus propios medios logres lo que te propongas.

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