El concepto de anatema dentro de la religión es un tema poco discutido el cuál seguro te interesará conocer. Descubre con nosotros de qué se trata esta palabra y como ha sido usada a lo largo de la historia.
Sabrás que posee significados muy diferentes de acuerdo al contexto en el que se esté usando. También cuales versículos de la biblia hacen uso de esta palabra y el significado que tiene para la biblia.
TABLA DE CONTENIDO
Concepto de la anatema
La palabra anatema tiene el significado según el idioma de griego y su traducción literal de ser una ofrenda o una maldición. Esto dependerá del contexto en el que sea utilizada, así pues, esta palabra tiene usos variados.
Según la Real Academia Española, (RAE), la primera mención que se hizo de esta palabra y que fue aceptada fue la de excomunión. Dicha palabra es posible encontrarla en el repertorio de la RAE y tiene como significado el alejamiento de las personas o una persona de una sociedad de devoto. La persona o personas no podrán acceder de ninguna manera a los sacramentos.
Teniendo en cuenta este contexto, la palabra anatema se encuentra asociada con una condena. Aquí, la persona se encuentra alejada del grupo de personas a los que importaba, esto como una especie de condena.
En la antiguedad
Al estudiar los libros antiguos podemos encontrar que el anatema, además de referirse a la excomunión de un apóstata, también incluía el destierro de esta persona y la pena de una maldición.
Las personas a las que se le establecía el anatema eran objeto de una maldición de por vida. Según el Antiguo Testamento, quienes será anatemizados estaban condenados a la aniquilación pues eran considerados una entidad maldita de Dios.
En el sentido cristiano, la palabra anatema se entiende como aquel que se encuentra maldecido. Y que por lo tanto debe estar alejado de la iglesia para siempre.
Este hecho es una de las condenas más graves que se conocen y que puede ser impuesta a un pecador. Esto es porque no solo queda prohibido su acceso a los sacramento, sino que esta condena no puede revertirse.
También se nombra como anatema a aquel acto, persona o cosa que posee una reprobación ante la moral. Un ejemplo de ello es el termino de fascismo, esto ideología de Benito Mussolini del siglo XX se considera un anatema.
Esto es porque consiste en un estado totalitario que graves sentires nacionalistas y el accionar de la violencia hacia quienes se oponga a ella.
¿Qué es una persona anatema?
Se considera que una persona es anatema cuando se esta se ha separado de Dios o ha sido separada de él. Estas personas tienden a influir de forma negativa a su alrededor y son capaces de contagiar sus malas vibras. Se cree que las personas anatema son quienes traen las maldiciones esporádicas las cuales son derivadas de sus crueles actos.
El anatema es quien se ha apartado de algo y esta maldito. También se corresponde a la expresión Herem el cual indica algo que está destinado a ser destruido.
También se asocia con alguien que se encuentra bajo prohibición y que se encuentra apartado de la comunidad en la que habitaba. Aunque el concepto más aceptado a través de la historia es de aquel que desecha de forma deliberada el amor de Dios.
Una persona que se considera anatema es aquella que ha atentado contra la ira de los dioses, esta es una reacción muy común de la iglesia hacia quienes estén siendo objeto de falsas doctrinas.
La iglesia tiene la potestad de instruir a sus devotos de forma dogmática y también se encuentra autorizada para dar sentencias doctrinales severas. Sin embargo, en nuestros días, estas condenas solo se aplican a la enseñanza más no a la persona como tal.
En la Edad Media, esta potestad de la iglesia tuvo un mal uso y se utilizó de forma deliberada y errónea, aplicándose condenas a las personas por su falso adoctrinamiento religioso. Sin embargo, los tiempos han cambiado y ha tenido sumo cuidado, castigando únicamente la fe y dando oportunidad de revertir el castigo.
¿Quién define lo que es anatema y lo que no?
Como ya hemos visto, la palabra anatema tiene diversos significados, unos severos y otros comprensibles. La definición de anatema la da la iglesia por medio de la biblia, en sus versículos se nombra este término y se da cuerpo a él.
Esta palabra derivada del latín anatema, en sus inicios tenía el significado de ofrecimientos. A medida que pasó el tiempo se utilizó por muchos autores para hacer referencia a una maldición, también pudiendo ser una condena o referirse a aquel que se encuentra separado o alejado de una sociedad de devotos.
En muchos escritos se utiliza también la palabra excomunión, sin embargo estos términos no deben ser confundidos, aunque en un principio tuvieron en mismo significado. Estos términos tienen significados independientes.
El término excomunión hace referencia a una condena en la que se destierra a una persona de la base de una sociedad con fuertes creencias religiosas. La excomunión resulta un castigo mucho más severo que el que se impone al referirse a anatema.
Esto es porque además de ser expulsada, la persona se convierte en objeto de una maldición que solo podrá ser removida con la muerte. Como ya hemos mencionado anteriormente, el significado originario de anatema es referido a ofrenda para los dioses. Sin embargo, cuando esta se utiliza en la traducción al griego de los escritos hebreos, podemos observar que el término se da uso para hacer referencia a cortar o maldecirá una persona u objeto, derivada de la palabra Haram.
Versículos de anatema
Al estudiar los libros antiguos podemos encontrar que el anatema, además de referirse a la excomunión de un apóstata, también incluía el destierro de esta persona y la pena de una maldición. Son muchos los versículos de la biblia en donde se nombra la palabra anatema, algunos de los más resaltantes son los que te mencionamos a continuación:
- Josue 6:15-19: dice que un anatema es aquel objeto que esta maldito por el mismo Dios, que está separado de él y que será maldito igualmente aquel que lo toque.
- Números 18:14; Levítico 27:28, 29: aparece la palabra herem, la cual se utilizada como sinónimo de anatema. En este versículo se expone la exterminación de naciones idólatras, esto quiere decir, la destrucción de quienes busquen la adoración de falsas creencias. También de aquellos que sigan al hombre y no a Dios en principio.
- Números 21:2, 3; Josué 6:17: se hace referencia la palabra herem en el contexto de aquella persona que tuviera como ídolo a aquello mundano. Y quienes toquen a esta deidad serán aniquilados.
- Romanos 9:3: se utiliza la palabra anatema en el Nuevo Testamento como un castigo o exclusión. Exactamente quiere decir “separado de Cristo” o “alejado de la alianza de Dios”.
- 1ª. Corintios 16:22: se indica que los anatemas son aquellas personas que tomaron la decisión de abandonar a Dios. Los mismos deben ser penados con una condena de la misma severidad que sus acciones.
- Esdras 10:8: utiliza el concepto de excomulgación como método para desterrar a quienes se consideraban herejes.
¿Qué dice la Biblia sobre anatema?
En tiempos de la antigüedad, la iglesia acogió el término anatema para referirse al destierro de un pecador de la comunidad de los devotos. Aunque el anatema era dicho generalmente contra los considerados herejes, su significado no difería de excomunión hasta el siglo VI.
En la carta del Papa Juan VIII de 1872-1882, se utiliza tanto la palabra excomunión como anatema. Aquí se dice que el ladrón de bienes eclesiásticos debe ser tanto excomulgado como anatemizado.
También se visualiza esta distinción en las decretales primeras donde se expone que las medidas para crímenes, cuando no son suficientes, deberá recurrirse a la excomunión. Y si prosigue en la terquedad, el criminal debe ser sorprendido por la espada de anatema.
Más adelante se habla de excomunión mayor y menor. La excomunión menor es aquella que consta únicamente del despojo de los sacramentos. La excomunión mayor implica además el destierro del círculo de los devotos, siendo este término adoptado como anatema.
Alrededor del año 741 se habla de tres tipos de excomunión. La excomunión menor es aquella aplicada a quienes se comunicaran con un excomulgado. La excomunión mayor que era dictada por el papa, y anatema que era la pena dada a quienes eran culpados de crímenes severos.
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